Lo que empezó como ropa de trabajo para los jornaleros del oeste americano muy pronto acabó siendo adoptado como símbolo universal de modernidad. Si su primer público objetivo fueron mineros, vaqueros y rebeldes, hoy son la prenda fetiche de roqueros y presidentes, de hombres y mujeres que no solo buscan prendas versátiles para trabajar, sino vivirlos e integrarlos en sus vidas. Y es que unos Levi’s® son mucho más. Son una forma de expresión.