Cuida tus Birkenstock: guía práctica para alargar su vida
Las Birkenstock son algo más que unas sandalias. Son comodidad, diseño atemporal y materiales naturales como el corcho, la piel o el ante. Pero para que te acompañen muchos veranos (o inviernos), necesitan unos cuidados básicos.
En esta guía te contamos cómo limpiar, proteger y mantener en forma tus Birkenstock. Y si lo prefieres, puedes ver al final los vídeos oficiales de la marca o descubrir todos los productos de cuidado que tenemos disponibles en ECRU.
1. Mantenlas alejadas del calor
Evita dejar tus sandalias al sol, dentro del coche o cerca de fuentes de calor. El corcho y la plantilla de látex natural pueden resecarse o deformarse. Si se mojan, deja que se sequen a temperatura ambiente, a la sombra.
2. Limpieza suave, pero frecuente
No necesitas productos agresivos. Un cepillo suave y un paño húmedo son suficientes para la mayoría de modelos. Si tienes el kit oficial de limpieza, mucho mejor:
🧽 Usa la esponja en seco o con un poco del limpiador específico para eliminar manchas en la plantilla.
3. Cepilla con delicadeza
Si el modelo es de ante o nobuk, cepilla con movimientos suaves para mantener el material con buen aspecto.
4. Protege el corcho
El corcho es uno de los elementos más delicados del calzado. Aplica sellador específico para evitar que se agriete con el tiempo.
5. Nutre el cuero
Si tus Birkenstock son de piel lisa, puedes aplicar una pequeña cantidad de acondicionador para cuero. Evita usarlo en ante o nobuk.
6. Almacenaje
Cuando no las uses, guárdalas en un lugar seco, ventilado y sin aplastarlas. Si tienes la bolsita de algodón original, mejor.